El 27 de febrero de 1999, cerrando el Buenos Aires Vivo III –una serie de recitales al aire libre con entrada gratuita organizado por el Gobierno de la Ciudad en Puerto Madero-, se presentó Charly García ante más de doscientas mil personas. La banda estaba integrada con María Gabriel Epumer en guitarra y voces, Mariela Chintalo en saxo y coros, Diego “Murray” Dubarry en bajo y teclados, Mario Serra en batería, Gabriel Said en percusión, Erika y Ulises Di Salvo en violín y chelo respectivamente. Participaron como músicos invitados Pipo Cipolatti (hicieron canciones de ‘Cerebrus’, el aun postergado disco homenaje a ‘Titanes en el ring’), Javier Calamaro (Sweet Home Buenos Aires), Fabiana Cantilo (Demoliendo hoteles) y Nito Mestre, con quien hizo un mini set de Sui Generis, anticipando la reunión oficial del año siguiente (con disco y gira incluidos). Hubo mucha expectativa previa en torno al show. Charly quería helicópteros sobrevolando el escenario y tirando muñecos al río, en alusión a los desaparecidos durante la última dictadura militar. Hebe de Bonafini, presidenta de una de las líneas de Madres de Plaza de Mayo, le pidió personalmente a García que no lo hiciera. El ‘conflicto’ terminó con las Madres sobre el escenario mientras sonaba “Kill my mother”.
Antes de empezar el show, proyectaron por pantallas un mini-documental (de 8') que contaba con reportajes actuales realizados por su biógrafo del momento -Sergio Marchi- e imágenes de archivo.
Los músicos aparecieron con brazaletes rojos con la inscripción "Say no more. Constant concept". El repertorio estuvo plagado de clásicos. Si bien la idea era en principio publicar todo el show, Charly se encerró en el estudio con su grupo y le agregó voces, instrumentación y el cuento de 'El Flautista de Hamelin', dejando diecisiete canciones más la versión en estudio de "It's only love".
A continuación, un extracto de la entrevista que le realicé en junio de ese año, a propósito de este recital.
- ¿Buenos Aires Vivo como recuerdo?
- Es muy emocinante. A veces con los chicos después de otros conciertos, nos juntamos o vemos el video. Recién ahora nos empezamos a dar cuenta de todas las implicaciones que tuvo eso.
Escuchando el disco uno se da cuenta que está muy bien tocado, parece incluso que estuviera tocado en un estudio o en un club así chiquitito. Y dadas las dimensiones del escenario, cuanto mas grande es el escenario, más difícil es tocar, o sea, por la relación vista y sonido ¿no?. Por más que uses monitores o cosas así a veces el ritmo cuesta engancharlo, sin embargo salió todo bien.
Lo que se hizo con el disco - la producción de estudio- es mas que nada ruidos, el cuentito de Hamelin, doblar voces. Al ser grabado digitalmente la pureza del sonido es bárbara, pero todo entra de alguna manera por todos lados -no se puede aislar perfectamente-, o sea que si hay un pifie o un tono mal no se puede arreglar -se puede mezclar más bajo, pero entra por otro lado-. Como el material está super bien grabado y tocado me pude concentrar en agregar cosas y no en arreglar cosas, por ejemplo: El sonido del público. Yo me di cuenta cuando estaba ahí, es algo impresionante. Cuando cantan sus cantitos -"Olé olé" "Es un sentimiento"- a veces están cantando tres o cuatro cantos al mismo tiempo -porque empieza atrás, el de adelante no lo escucha y empieza otro-. Había cuatro micrófonos estratégicamente puestos, uno estaba en una grúa de atrás. Dividimos en cuatro canales al público, a uno le pusimos "flangers", a otro "delay", a otro "chorus". Todo eso hace como un sonido -cuando no está el público muy fuerte-. El público entra por el micrófono del escenario, eso fue lo que dejamos todo el tiempo. Eliminamos todo el tiempo al público como... ¿Viste los discos en vivo? Que se escuchan y qué se yo, a mi mucho no me gustan. Así se crea la ilusión de que es un disco como The Wall -conceptual- y de repente sale el público.
En el final del disco la idea es que el Flautista de Hamelin, que vendría a ser yo en el disco, se lleva a los niños y a las niñas. En el original los encierra en una gruta y los padres y el alcalde del pueblo -cuando se dan cuenta de la cagada que hicieron en no pagarle al flautista-, después de mucho delibereo deciden llevarle la bolsa que él quería. Y como el flautista en el fondo era muy buena persona devuelve a los chicos.
En el mio no es así...
- No hay bolsa
- No hay devolución todavía, porque los niños entran en un túnel -tipo el que ve Víctor Sueiro cuando se muere, luz y qué se yo- que es "la entrada gratis" de Say No More. Con las voces recurrentes de Sofía, Alejandrita, Mónica, todo como un collage. Y termina con unas frases de Ken -Lawton-,, que es para quien no lo sepa, una eminencia del curar. Es filósofo, fue psiquiatra, una de esas persona que hace todo y no se define en ningún rubro. Es un healer, un curador, mas o menos como si fuera el que hacía Olmedo -Adianchi-, pero todo bien.
Este ser vino a Buenos Aires para presenciar el concierto. Tiene mas o menos noventa años, es un tipo muy grande, muy sabio. Estaba con el brazalete. Iba para todos lados en el backstage con la gente que estaba conmigo, los miraba a todos con los ojos azules profundos que tiene y les decía "Let him be" -for me-. Y se corrió hasta el estudio después, cuando estábamos mezclando. Le pedí que dijera unas palabras -él habla en Say No More I-. Eramos cuatro o cinco personas en el estudio y dijo un pedazo de lo que había dicho antes -yo no le dije lo que tenía que decir- y mezcla con unas cosas que me dice a mi.
Yo tengo un mantra, desconozco si ese mantra que se hace en el acto -que no es solemne- de la curación, es como un ritual simbólico de la terapia, si se la puede llamar terapia. Consiste en hablar con él desde la mañana, almorzar, una siestita y seguir hablando. Todo roceado de whisky, es un gran bebedor. El es de Escocia, es una persona que si le decís que el whisky hace mal te pega. Entonces toma su whiskicito y aspira la "p". Es cocaína negra, o sea, no es cocaína, es la que tomaba Luis XV y todos esos -un pequeño "snif snif" y bueno-. O sea que era lo mismo que siempre con esta persona. El dice algo sobre la intuición, él dice que la intuición es lo primero, que si uno sigue la intuición no se equivoca. Fijate que la ópera "Tommy" -que no la escribió él, sino Pete Thowsend, paciente amigo de él-tiene muchas cosas de esas, por ejemplo: El tipo juega al pinball por intuición y les gana a todos porque no se distrae con las luces ni los sonidos. Dice: "Sabiduría y conocimiento" "Aprendé a respetarte cada día mas -respect yourself-". Terminó, dijo unas palabritas, aplaudimos todos esos cuatro y termina el disco. ¿Otra pregunta?.
- ¿Qué te pareció el documental de Buenos Aires Vivo?
- Muy bueno. No lo vi en el momento, lo vi después y me parece que está bien hecho. Tiene inside -va adentro-. No es cholulo. Lo veo y siento la distancia como para decir "Qué bueno es este tipo, qué coraje debe tener". Como no me pasan con esas cosas que me muestran -que son como si yo estuviera ahí en ese momento- o es una caricatura, o es demasiado esto o lo otro. Eso me pareció bien, como que era un documental. Fuera mío o de cualquier persona estaba bien hecho, y en el caso mío tuvieron la picardía de hacer esa última entrevista con Marchi en un lugar así. Lo que no tenía en cuenta es que iban a rescatar cosas viejas, usarlas y verlas. Todo eso me gustó. Verlo a Miguelito chico.
- Aparece Calamaro cuando termina el disco...
- ¿Cuándo aparece Calamaro en el disco?
- En la parte que dice "Hello constant concept...".
- Ese no es Calamaro. El autor mismo del Constant Concept es mi hijo, Miguelito.
- Porque el tema cuando aparece en Say No More...
- Si, si. Pero en esa época no se me hubiera ocurrido invitarlo, no hubiera venido y... no, no. Con un Calamaro en el disco está bien.
Lista de temas:
Sarabande.
Cerca de la revolución.
Música de fondo para una fiesta animada.
Los dinosaurios.
Canciones de jirafas.
Sweet home Buenos Aires.
Pasajera en trance.
Kill my mother.
El show de los muertos.
Chipi Chipi.
Nos siguen pegando abajo.
No llores por mí, Argentina.
Demoliendo hoteles.
No toquen.
Hablando a tu corazón.
Alguien en el mundo piensa en mi.
El aguante.
It’s only love.
Descargar.
Etiquetas: Cataratas musicales, Rocanrolnnene, Saynomorescas
Siguiendo la línea de “A little respect”, redescubrí esta canción cuando la escuché cantada en hebreo (?) en una película de Daniel Burman, o cuando su estribillo fue utilizado y reversionado en “Organización” de Las Manos de Filippi.
