Los Gardelitos - Gardeliando (1998)

La primera persona que me habló de esta banda fue mi madrina, ya mayor. Me decía que dos pisos arriba de su casa vivía una familia que tenía un grupo de rock. Que el padre, Korneta, cantaba y los dos varones, Eli y Bruno, tocaban guitarra y batería respectivamente. Sinceramente, pasó un tiempo hasta que le prestara atención, no soy de explorar mucho en "bandas nuevas".
El clic se dio el día que acompañé a mi amigo Ezequiel a comprarse este disco en una extinta disquería de Rivadavia y Rojas, pleno Primera Junta. Nos fuimos leyendo las letras. "No podés ir a bailar, no podés ir ni a cagar" pareció indicar que fue una mala inversión, pero el resto era poesía pura (chequear "Cobarde para amar" o "Nadie cree en mi canción").
Obviamente, después de escucharlo un par de veces fui a comprarlo. El primer show que vi de ellos fue en Ciudad Oculta para un 25 de Mayo, cuando Jorge Rossi (el bajista original, hoy en Intoxicados) ya se había ido de la banda. Bruno había sido reemplazado tiempo antes. Pero la historia del show es larga y la dejo para otro momento.

Track list:
1- El tanguito.
2- Cobarde para amar.
3- Blues de Caseros.
4- Gardeiando.
5- Lo que mis vecinos creen.
6- Amor de contramano.
7- Volveré en tus ojos.
8- Nadie cree en mi canción.
9- Los chicos de la esquina.
10- La constelación de la Virgen.
11- Libertad condicionada.
12- América del Sur.
13- A pesar del viento.

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El día después de mañana

Es difícil empezar las cosas cuando uno se lo propone. Cuántas veces nos decimos a nosotros mismos “en un rato empiezo”, “empiezo mañana”, “el lunes sin falta”, “ya estamos a miércoles, mejor empiezo la semana que viene, ahora no da”, y así vamos postergando por semanas lo que evidentemente estamos queriendo evitar.

Mirar al problema de frente y encararlo es una deuda del género humano, en la búsqueda eterna de la fuga, esa que nos haga olvidar todos y cada uno de nuestros problemas. Pero donde sea que vayamos, la cabeza está con nosotros. Esa que si bien durante el día podemos olvidar y distraernos, a la hora de apoyarla contra la almohada... vuelve. Y cómo vuelve. Uno puede estar dando vueltas horas en la cama, contando ovejas, vacas, gallinas y todo animal que habite una granja, con la esperanza vana que esos fantasmas se borren y nos dejen descansar de un día vacío de problemas.

¿Escapar es la solución? Pareciera serlo. Mucha gente aparenta ser feliz tirando toda su mierda bajo la alfombra. O quizás sólo sea una máscara ante sus conocidos. Hay otros que realmente creen que no pasa nada malo. En síntesis, la gente no ve lo que no quiere ver. Y pensándolo bien ¿Quién quiere estar oliendo su mugre? Hasta es casi lógico. Si puedo pasarla bien, ¿por qué voy a pasarla mal? ¿Por qué pensar en esto ahora que estoy, por ejemplo, mirando el río? Aparte, de última, yo no estoy tan mal. Mal está la gente que no tiene salud, o los que no tienen para comer. Siempre va a haber alguien que esté peor que yo.

Aaah, bruto consuelo. ¿Eso nos hace bien? ¿Ver que estamos en el suelo, pero a tiro de patear a alguien que está un peldaño más abajo? Cada vez que en los noticieros muestran esos docudramas de gente que está destrozada económicamente o que tuvo un problema de salud muy grande, o sus hijos están urgidos de un transplante, siempre decimos “Puta madre, y yo quejándome de boludeces. Tengo que disfrutar más la vida. Mañana salgo a correr” (?). Y mañana te levantaste tarde, ni te acordaste de correr y menos del noticiero que viste ayer porque la nota del día es que juega Boca. Y cuando juega tu equipo, ¿qué importa lo demás? “Es la única alegría que tengo” dice uno, que retruca “Esto está todo arreglado desde el Gobierno que no le conviene que salgamos campeones” cuando pierde su equipo. Para todo tenemos excusas. Y son variadas, hasta a veces son increíbles. O quizás es más inverosímil que la persona que recibe la excusa se crea lo que oye. El clásico “no sabés lo que me pasó” dispara ideas terriblemente atravesadas.

Ahí uno se da cuenta que lo difícil no es mentir, sino mantener la mentira. Si metimos en el verso a otra gente, hay que avisarles a todos y cada uno de ellos dónde “estuvieron”. Y que no se olviden, porque no falta el boludo que en una reunión cuenta la anécdota tal y como fue. Y sentís el ligero pero nunca bien ponderado "codazo al riñón" mientras replican en tu oído "¿no era que lo llevaron todos al hospital porque se descompuso?".

No hay caso, mañana empiezo a dejar de mentir.

El regreso de los muertos vivos

Y un día Boca volvió a ganar sin Riquelme en cancha. Lo más raro de todo fue quiénes fueron los artífices de esta victoria xeneize, Jesús Dátolo y Leandro Gracián.
Personalmente, considero que Dátolo (más allá de lo realizado ayer) cumplió su ciclo en el club hace bastante tiempo. Llegó siendo "la promesa", y aun no cambió su rótulo. "Es bueno, va a andar" dicen los que en algún momento lo vieron descollar en Banfield, pero ya tuvo varias oportunidades, todas desperdiciadas. De hecho, alternó titularidad con Neri Cardozo, quien bajó notablemente su rendimiento.
Cuando contrataron a Gracián me puse contento. Me hubiera gustado que lo compraran antes de irse a México. Podría rendir donde el número 23 no aporta (al lado de Riquelme). Ayer cumplió (por lo menos en el primer tiempo, qué golazo) como para mantenerse entre los once que afronten la revancha con el Colo Colo.
El partido después de los goles de Boca fue un verdadero bodrio. El segundo tiempo estuvo de más.

Necesito un gol

Hoy juegan Colo Colo y Boca, en su tercer partido por el Grupo 3 de la Copa Libertadores. para los chilenos es su primer partido de local (cayeron con el Atlas en Guadalajara por 3-0 y vencieron al Maracaibo venezolano 3 a 1), mientras para el Xeneize es su segunda salida (en la primera empató con los beisbolistas en 1, jugando a desgano hasta que se vieron abajo en el marcador).

Para los hinchas, este partido es un clásico chivo (más allá de la rivalidad argentino-chilena) por lo acontecido en la semifinal de la Copa Libertadores del 91, cuando los jugadores de Boca se trenzaron a golpes con jugadores, policías y hasta con un perro (?).

Como hincha de Boca, espero que Palacio le ponga las ganas que está poniendo últimamente y que le pegue un poco más al arco, que Román frote la lámpara, y que Vargas aguante sin una tarjeta amarilla hasta el segundo tiempo.

Probables formaciones:

Colo Colo: Muñoz; Villarroel, Riffo, Mena, Rojas; Sanhueza, JSalcedo, Jorquera; Fierro; Barrios y Rubio. Director técnico: Claudio Borghi.

Boca Juniors: Caranta; Maidana, Cáceres, Paletta, Morel Rodríguez; Ledesma, Battaglia, Vargas; Riquelme; Palacio y Palermo. Director técnico: Juan Román Riquelme (?).

Arbitro: Martín Vázquez (Uruguay).

Asistentes: Walter Rial y Miguel Nievas (Uruguay).

Estadio Monumental de Santiago de Chile.

Hora: 21.40.

TV: Canal 13 y Fox Sports.

Amparanoia - El Poder de Machín (1997)

“(…) Los sueños se convierten en realidad, esta mujer que vino a Madrid desde el sur, con su guitarra, su hijo y mucha ilusión, encontró aquí las personas y las circunstancias para enseñar sus canciones. En una servilleta de un bar de Lavapiés escribió: Paranoia, Amparo, Power Machin y unas maracas, era a finales del 96, en el 97 salió un álbum, “El Poder de Machín”, de una banda llamada Amparanoia. (…)” (Amparo Sánchez).

Llegué a esta artista cuando recién tenía dos trabajos editados, este y Feria furiosa (1999), gracias a mi amiga Analía Cao. En pleno furor Chaoesco (¿quién no gastó Clandestino, lanzado en 1998?), “El poder de Machín” me partió el cráneo. Era como Manu pero más melódico, y más fiestero.

Diez años después de la edición de su primera placa, Amparo anuncia la separación del grupo con disco doble (vivo + remixes) y dvd para este año, mientras realiza su gira despedida. Ojalá se anime a pasar por acá como en sus dos visitas anteriores en Niceto.

Amparanoia formaba con:

Amparo, voz y guitarra acústica.

Robert Johnson, guitarra eléctrica.

Yago Salorio, bajo.

Sito Camacho, cajón.

Alfonso Rivas, congas y bongó.

Piluca La Terremoto, coros.

(Manu Chao metió guitarras en los tracks 2, 7 y 9; trombón en 10, voz principal en 9, voces en 3, 4, 7 y 19; darbuka en 8; y voz y mezcla en 13).

Página oficial: www.amparanoia.com

Track list:

1- Hacer dinero.

2- Moreno.

3- En la noche.

4- Buen rollito.

5- Me lo hago sola.

6- Mi amor se fue.

7- La semana.

8- Sidikaouki.

9- Sidi Beach.

10- Que te den.

11- Killed me.

12- El achuchón.

13- Paranoia V.O.

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De mi

"No pienses que estoy loco, es sólo una manera de actuar..."

“Si no tenés nada para decir, mejor no digas nada”. Varias veces pensé en esta frase antes de empezar con el blog (de hecho, creo que ese miedo de “no tener qué decir” fue lo que me frenó hasta el día de hoy). ¿Qué me hizo cambiar de parecer? ¿Tengo algo que decir, lo suficientemente importante como para que merezca ser publicado? La verdad que no, hoy no.

Pero lo que sí tengo desde ahora es este punto de partida. Y el saber que está incompleto, me motiva a completarlo, a agregarle cosas, a pensar en alimentar algo que ya existe. Así surgen ideas. O por lo menos así me funcionó desde que tengo memoria.

Hace mucho que quiero mostrar fotos, imágenes que fui capturando en distintos lugares y momentos, pero no quiero hacer de este un blog de fotos.

Hace mucho que quiero mostrar algún que otro disco, pero no hacer un blog estrictamente musical.

Hace mucho que quiero contar cosas, pero no sobre alguna temática fija.

Y delirios varios... apenas estoy distinguiendo dónde empieza. No tengo manera de descifrar dónde termina.