Elsa Bor de Lencuentro

En el marco del día 3 del Quilmes Rock se presentaron los Ratones Paranoicos, Las Pelotas y Los Piojos.

Fieras lunáticas
Juanse, Sarcófago, Roy y el regresado Pablo Memi contaron con la participación de Charly García, quien no sólo levantó a la gente sino que se adueñó del escenario. Charly apareció cubierto con una túnica negra, para luego mostrarse en un look femenino (medias largas negras y una especie de “body” al tono).
La entrada de García cambió el clima del show. Arrancaron con “Cerca de la revolución”, siguieron con “Influencia” y concluyeron el miniset con “No importa”, tema del aún postergado “Kill Gil”. El bicolor no paró de arengar y agradeció “a todos los que no vinieron”. Luego cerraron con un par de temas paranoicos y Juanse trepado a la estructura del escenario (una vez más y van…) .
Momento destacado: Juanse yéndose del escenario gritando "Rocanrol!" al mejor estilo Pomelo.

Pará con la papa
Minutos antes de las 21 horas comenzó el, quizás, último concierto de Las Pelotas con Alejandro “Bocha” Sokol como frontman. Más allá de la interna que salió a la luz en los días previos, y que le daban cierto condimento morboso al show, la banda sonó impecable. Arrancó con “Muchos mitos” y luego transitó por temas del último trabajo ("Basta", de 2007) más algunos hits. Daffunchio se mostró muy informado con el tema del petróleo luego de entonar “Capitán América”, bajando línea: "no es todo joda y festivales”. Luegó arremetió contra la contaminación que se da en distintas provincias debido a la explotación de minas, y cómo se regalaron los recursos minerales a capitales extranjeros. Volviendo a lo musical, contaron con Roberto Petinatto y Gillespie (en saxo y trompeta, respectivamente) como invitados.
Momento destacado: Debedé, de Sumo.

Buenos tiempos
Apenas cinco minutos después de lo pactado, se apagaron las luces y comenzaron a transitar por el escenario una bicicleta triple, un Citröen, un sidecar y un Masserschwitt, mientras de fondo sonaba la intro de “Manjar”, tema con el que finalmente abrieron. Caracterizados como en los shows del Luna Park de 2007, una especie de basureros del futuro o extraídos de alguna novela fantástica, siguieron con “Esquina Libertad” y “Taxi-boy”, los primeros dos temas de “Tercer arco”, disco que los catapultó al mainstream.
Luego de “Cruces y flores” volvieron a los clásicos. Pasaron “Ay ay ay” y el aporte coreográfico de la gente, “Muy despacito” (dedicado a los piojosos “que no están con nosotros”) y “Luz de Marfil”. Ciro presentó a Micky y se ausentó del escenario. El bajista tomó la posta con sus dos temas, “Fijate” y “Un buen día”. El retorno de Martínez (encapuchado y jugando con una luz roja) fue con “Fantasma”, para luego despacharse con “Arco” y una versión breve y al palo de “Como Alí”, “en homenaje a Jorge Guinzburg” y su “Pogo de las 12”.
Para calmar un poco el agite, tocaron un par de “temas minita”, “Todo pasa” y “Difícil”. “Ruleta” y “Pacífico” cerraron el primer bloque.
Para los bises, un grupo de percusión ejecutó la intro de “Verano del ‘92”. Era La Chilinga. Dani Buira volvía a estar en un mismo escenario con Los Piojos. Y se/nos dio el gusto de volver a los parches para un par de canciones, “Genius” y “Cruel”. Aplausos a rabiar, saludos, corte y “Bicho de ciudad”, “Unbekannt”, más los hits “Muévelo” y “Babilonia”. Terminaron con “Finale” (y la eterna lectura de banderas) y el agregado de “Zapatos de gamuza azul”. Un show memorable, de esos “de los de antes”. Ahora sólo queda esperar la próxima presentación.
Momento destacado: La vuelta, aunque sea por un rato, de Dani Buira después de ocho años.

Fotos: Leo Liberman para Rolling Stone.