Cine Tiquetar

Las cosas por su nombre (?)

miércoles, 16 de abril de 2008

¿Bello abril?


Invitación distrubuida por correo electrónico


Ayer, en las escalinatas de la Facultad de Derecho, se realizó el 'festejo' por los diez años de la edición local de Rolling Stone. Al efecto, se instaló un escenario con un piano al centro. El invitado a animar la 'fiesta' fue Fito Páez, vecino de la zona (?) y figura de tapa en el 'número cero' de la publicación (razón por la que se anunció la conexión con la prehistoria de la revista).
El evento fue anunciado para las 18, pero a algún 'genio' debió habérsele ocurrido que estaría buenísimo que un show de rock empezara antes de hora. ¿El rock se pone rebelde y lucha contra sus propios estereotipos? No, el rock local perdió la rebeldía hace rato.
El artista que logró su pico creativo-comercial con "El amor después del amor", disco que vendió 600.000 copias (un número impensado -y hoy inalcanzable- para el mercado doméstico), estuvo muy bien acompañado por Coki & The Killer Burritos, más Gonzalo Aloras, guitarrista estable de Fito y co-protagonista en "¿De quién es el portaligas?", segunda producción cinematográfica de Páez. La banda sonó ajustada en todo momento.
Sobre el show, duele decir que el rosarino perdió el encanto hace años. Ojo, se lo notó contento, le puso toda su onda, pero parece estar en otra sintonía.
El set estuvo plagado de hits, "Ciudad de pobres corazones", "Tercer mundo" -sobre la base de 'Hertbreaker' de Zeppelin-, "La rueda mágica", entre otros. Incluso se animó a hacer el spinettiano "Ambar violeta".
Con respecto al motivo de la reunión, Fito sostuvo: "Ellos conllevan una gran responsabilidad en este momento de Argentina tan complejo, ¿no?, así que vamos a celebrar su cumpleaños y a exigirles lucidez y precisión, que es lo que necesitamos para seguir adelante". Ojalá la redacción de la revista no haga oídos sordos a este pedido y mejore un poco la calidad periodística perdida (no así la fotográfica que sigue siendo excelente), haciendo -aunque más no sea- un revisionismo de los primeros números.
El show terminó 19.15 horas, luego de los bises con "Mariposas technicolor".
Los presentes estaban contentos, pero no exultantes. Ok, no era "un recital de Fito lleno de fans que le festejan todo", sino que estaba plagado de estudiantes de derecho y gente que andaba por ahí, más algunos enterados de lo que iba a pasar. Pero ¿esto es un festejo a la medida de lo que Rolling Stone cree ser? ¿Qué tan 'secreto' era el espectáculo si lo publicitaban en la web desde la semana pasada? La sensación con la que me quedé fue de gusto a poco, más teniendo en cuenta lo hecho el año pasado por las cien ediciones, y que esa vez se habían quedado con las ganas de la aparición de Charly (figura de tapa en los números 1, 50 y 100), quien se bajó a último momento.

Ojalá la revista repunte como la vanguardista que quiso ser y terminó entregada a ser más de lo mismo, sólo que con chapa. Y lo dice un suscriptor de la misma.

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1 comentarios:

  • A las 20/4/08, 11:51 , Anonymous Anónimo ha dicho...

    Estoy esperando más canciones perfectas!!!!! super chango

     

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